Desde niña me sentía atraída por todas las piedras y pasear por el campo era una fiesta. Intentaba identificar los minerales que me encontraba al paso.  Veía formas interesantes , mira esa piedra del rio… ¡Parece un gato durmiendo!... y  me llevaba los bolsillos llenos de piedrecitas de colores para meterlas en frascos con agua.
Por supuesto también me hacía mi bisutería con plastilina, macarrones y sopa de letras. Luego vinieron las pulseras de nudos macramé, con miga de pan y otras masas modelables hacía collares, pendientes y broches, sobre todo modelaba flores, me encantan las flores y siempre que puedo las incorporo a mis diseños.
Ahora para mis creaciones elijo cuidadosamente piedras de calidad y gran belleza, y las combino con plata, cuero, cristal, madera... La mayoría de los modelos son piezas únicas, pensadas desde el corazón. Busco la armonía, una música para los ojos que puedas escuchar con el corazón cuando las lleves puestas; no son simples adornos, sino símbolos que nos recuerdan nuestra fuerza interior y la conexión con la naturaleza. 

Gracias a mi  familia, amigas y amigos,  por animarme a compartir esta ilusión, y  en especial a Carmen Garnica, experta en coach,  por lo muchisimo que me has ayudado a dar este salto.
 


Comentarios

  1. ¡Que bonito blog! Me encanta lo que haces. Te deseo muchos éxitos y seguro los tendrás porque en tu trabajo pones mucho cariño y tesón.
    Isabel.

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